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ENTENDIENDO LAS 3 REGLAS DE LA PINTURA AL ÓLEO
Cuando usás pintura al óleo, generalmente se construye una composición usando diferentes capas de color. Por ejemplo, si estás pintando un retrato, podés comenzar con un área de color de fondo. Además de esto, podés esbozar las proporciones del retrato con otro color y, además, podés agregar más colores para el detalle. La forma en que cada una de estas capas de color interactúa entre sí es importante y afectará la apariencia de tu trabajo terminado.
Si deseás aprovechar al máximo tu pintura, hay tres reglas probadas que te serán de gran utilidad:
Graso sobre magro
Cada capa sucesiva debe ser más flexible que la que está debajo. Esto se puede hacer agregando más medio a cada nueva capa, lo que la hace más flexible que la anterior y evita que la pintura se agriete. Pensá en la regla como "flexible sobre no flexible".
Winsor & Newton ofrece una gran variedad de medios para ayudar a crear esta flexibilidad dentro de las capas. Uno de los medios más utilizados es Liquin Original. Usarlo significa que no hay necesidad de seguir agregando aceite a tu color.
Grueso sobre delgado
Al pintar con colores intensos, es mejor aplicar capas gruesas sobre capas finas. Esto se debe a que las capas finas se secan más rápido. Por ejemplo, si te gusta el estilo de empaste de los impresionistas, con sus pinceladas gruesas y audaces, es importante recordar que estas capas gruesas deben estar en la parte superior: las capas delgadas sobre las capas de empaste probablemente se agrieten.
Secado lento sobre secado rápido
Lo mejor es utilizar colores de secado rápido como capas inferiores. Si se aplica una capa de secado rápido sobre una capa de secado lento, la pintura puede agrietarse. Esto se debe a que las capas de secado rápido se habrán secado encima de las capas que todavía están en proceso de secado y, a medida que se sequen las capas de secado lento, tirarán y torcerán las capas superiores, haciéndolas agrietarse.